Siguiendo la preparación del libro “Desarrollo Comunitario Alternativo en el Bosque Maya” podría reflexionar sobre algunos de los trabajos realizados en un área que por su biodiversidad e historia ocupa un lugar especial en la región y el mundo. La Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an y el corredor biológico Sian Ka’an – Calakmul, es una zona de alta biodiversidad y una de las regiones mejor conservadas del hemisferio norte. El corredor se encuentra en el “Corazón de la Zona Maya” y está habitado por los descendientes de esta antigua cultura. Los pueblos indígenas han vivido con ecosistemas y han co- evolucionado con ellos, preservando la biodiversidad y la diversidad cultural.

El concepto de biodiversidad es bastante reciente, pero no la práctica de su uso sostenible por parte de los pueblos indígenas. Los sistemas de producción indígena buscan el uso óptimo de los recursos y los mejores medios de adaptación, basados en el conocimiento, la tecnología, las estructuras organizativas, las preferencias y los valores del grupo. Estas prácticas se extienden al uso de plantas, insectos y animales para alimentos, medicinas, ropa, salud y refugio. Esta perspectiva nos da una visión de la integridad de la gestión de los recursos, buscando siempre las alternativas más adecuadas al medio ambiente y sus necesidades.

Pero la región está amenazada y, por lo tanto, su diversidad biológica y cultural. El desarrollo del turismo de masas ha dado lugar a un amplio desarrollo costero, a un aumento de la contaminación del agua que ha alterado la hidrología de la zona y ha puesto en peligro la integridad de los estuarios, manglares y arrecifes. El desarrollo urbano, los incendios forestales, la sobre-pesca, la sobre-explotación de la madera y otra explotación de la flora y la fauna, han comprometido la riqueza de la región.

Aparte de la deuda ecológica y la deuda financiera, la economía de mercado está dejando una deuda social que se manifiesta en el empobrecimiento masivo, la pérdida de las lenguas y la cultura indígenas, la migración masiva y el desempleo. Bajo las tendencias actuales del mercado, los pueblos indígenas están perdiendo una parte importante de su territorio, su biodiversidad y su riqueza cultural, a pesar de su larga lucha por mantenerlos.

Las Naciones Unidas hablan de tres ejes de desarrollo sostenible: el desarrollo económico, el desarrollo social y la protección del medio ambiente, como “pilares interdependientes y mutuamente reforzados”. El nuevo concepto de sostenibilidad promueve una nueva alianza de naturaleza y cultura promoviendo un nuevo modelo económico, reorientando el potencial de la ciencia y la tecnología, y construyendo una nueva cultura política basada en una ética de sostenibilidad basada en valores, creencias, sentimientos y conocimiento.

La Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural (UNESCO, 2001) amplía esta idea ” … la diversidad cultural es tan necesaria para la humanidad como la biodiversidad es para la naturaleza “, y se convierte ” en una de las raíces del desarrollo entendido no sólo en términos de crecimiento económico, sino también como un medio para un equilibrio intelectual, emocional, moral y espiritual más satisfactorio ” En esta visión, la diversidad cultural es el cuarto eje del desarrollo sostenible.

El reto : ¿Cómo combinar el conocimiento científico y el conocimiento ambiental indígena, en un esquema que respete los ecosistemas naturales y satisfaga las necesidades humanas básicas?

A pesar de las presiones actuales sobre los recursos y la cultura, el conocimiento y el uso de la biodiversidad por parte de los pueblos indígenas es la base para el desarrollo endógeno y sostenible de la región. La cultura actual, con todas las contradicciones que puede presentar, sigue siendo un patrimonio cultural que puede ser una fuente de inspiración para una forma de vida que se deriva de ella.

La aplicación de este desarrollo requerirá un análisis más largo y un proceso de consenso; un diálogo, donde todo el mundo tiene voz y voto; con nuevas actitudes, que promueven la autogestión. Después de crear un consenso, comunicarse ampliamente y de una manera comprensible para todos, para que se sientan parte de un proyecto colectivo. Se debe alentar el diálogo en cada etapa entre los participantes para compartir lo positivo, analizar las dificultades y los desafíos, y tomar medidas correctivas, cuando sea necesario. El diálogo y el consenso son la base para un desarrollo equilibrado. Las soluciones maduran cuando el tiempo, cuando las personas ven el resultado: estos métodos de conservación y colaboración les permiten mejorar sus ingresos y gestionar eficazmente sus recursos naturales para las generaciones venideras.

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